lunes, 4 de agosto de 2008

El ciclista intérprete de la delegación olímpica uruguaya se luce en la Villa Olímpica

Milton Wynants, medalla
de oro en idiomas


por Leopoldo Hughes Carranza y
Cecilia Soler Bonino (enviados a China)

Cuando solo faltan tres días para el inicio de las competencias, la vida de la delegación uruguaya en la Villa Olímpica transcurre sin sobresaltos gracias a la labor incansable de Milton Ariel Wynants. El ganador de la medalla de plata en Sydney 2000 no solamente entrenó sus piernas en Suiza para los juegos de Beijing, también se dedicó a estudiar el idioma chino en forma intensiva. El esfuerzo rindió sus frutos, y desde el arribo de los celestes a Beijing, Wynants ha dirigido el accionar del grupo gracias a su dominio de la lengua local. Además, el medallista hace gala de un excelente manejo del inglés, el francés y el alemán.

"Francés y alemán hablo desde chico, y cuando lo de Australia había aprendido bastante inglés, aunque allá no me sirvió de mucho porque era otro acento", cuenta Wynants. "A la vuelta de Grecia hice la promesa, si llego a Beijing aprendo el idioma, te lo firmo de acá a la China". El gran escollo para el ciclista fue conseguir profesores en su natal Paysandú. "Está difícil allá, así que me fui a Montevideo y averigué en Berlitz, pero era carísimo, un ojo de la cara. Casi que tenía que vender la bicicleta para pagar las clases". La perseverancia determinó que el deportista consiguiera finalmente una joven profesora particular, con quien realizó un progreso asombroso en pocos meses.

"Lo primero que aprendí a decir en chino fue 'arrolladito primavera', que se dice 'spring roll', pero cuando llegamos nos dijeron que en realidad acá en China no existen, que es un invento", dice Wynants. Sus compañeros no dejan de agradecerle cuando hace de intérprete con los voluntarios chinos y el resto de las delegaciones. Además de traducir para sus compañeros el menú del día en el comedor, averiguar en qué tiendas comprar souvenirs a mejor precio y dónde queda el baño, fue el artífice —a pedido expreso del remero Rodolfo Collazo— de invitar al equipo femenino de nado sincronizado de Ucrania a tomar unos mates. "Milton es un genio, gracias a que el loco se habla todo por acá pasaron todas, las suecas, las rusas, todas", dice entusiasmado Andrés Silva, la promesa uruguaya en los 400 metros.

Ayer en la tarde, el equipo se dirigía al comedor del sector B-2 de la Villa Olímpica y se podía ver al sanducero dialogando y haciendo chistes con algunos de los voluntarios locales que se encargan de despejar dudas a los equipos de las diferentes nacionalidades. "Les dije que a ver si nos dan una tirita de asado, porque arroz todos los días ya como en casa... y se matan de la risa. Me elogian mucho la pronunciación", dice Wynants.

Como es sabido, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y aunque Wynants tiene fama de ser un hombre tranquilo, su acabado conocimiento del idioma también le ha servido para gastar algunas bromas pesadas a sus compañeros. Entre risas, comenta: "A la tiradora de martillo de China le dije que el Heber (Viera) estaba muerto con ella y la mina apareció al otro día en la habitación con unas cervezas. Hasta hoy no se la puede sacar de encima"

[Suplemento Evasión, separata BEIJING 2008]

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué grande milton, qué grande. el uno.

Jorgeao dijo...

fuo que loco lindo el Milton,
me lo imagino hablando en chino y me meo de la risa

Anónimo dijo...

Te he visitado y leído, genial! Juan Pablo Peralta
www.portaldelperiodista.blogspot.com