Entrevista en profundidad
"El revendedor es amigo de la gente"
por Juan Miguel Duffau Pérez
especial para The Tarariras Herald
Se llama Luis Rivero, tiene 38 años y es revendedor. Dice que la reventa de entradas no es un negocio, es un servicio.
La reventa ha sido duramente cuestionada en estos días por los medios. ¿Qué opina al respecto?
-Mirá valor, yo no hago caso a lo que dice la prensa porque yo no me meto con nadie, soy un tipo tranquilo, un laburante. Voy, hago la fila como cualquier hijo de vecino, compro las entradas y después es a suerte y verdad. Esto no es un negocio, es un servicio que le damos a la gente. Obvio que yo llevo una ganancia, con algo tengo que darle de comer a mi familia.
¿Recuerda la primera vez que revendió una entrada?
-Más bien, fue un baile en el liceo. Tenía 14 años, hice como 200 pesos de los de antes, que en esa época era un platal.
¿Cuál es el secreto para ser un buen revendedor?
-En esto hay mucho marketing. Es cómo te vestís, cómo te parás. Importa mucho la imagen.
¿Cómo ve a Uruguay para el partido con Australia?
-A mí el resultado futbolístico no me importa. Soy neutral, y creo que es lo más ético en una profesión como ésta. Vos fijate que yo le vendí entradas a unos australianos, se las cobré en dólares, le estoy dando a los tipos una platea América para que vean el partido como el mejor y no les puedo andar diciendo que le vamos a hacer cinco. Sería poco serio de mi parte.
¿Sólo trabaja para el fútbol?
-Lo nuestro es un servicio. Cuando yo digo "sobran entradas, compro" estoy ayudando a muchos que por hache o por be no pueden entrar a un espectáculo y quieren rescatar algo del dinero que invirtieron. Por eso voy a donde se necesite, Fiesta de la X, Rural del Prado, en verano a Punta del Este con los clásicos en el Campus. El revendedor es un amigo y eso la gente no lo entiende.