sábado, 31 de julio de 2004

Entrevista a la Bacteria Resistente

"Me quieren usar como una bandera política"

Llegó a Uruguay a comienzos de este año y se instaló en la opinión pública como el centro de un debate sobre el estado de la salud en el país. Se la acusa de ser responsable de varias muertes ocurridas en los últimos meses y desestabilizar el sistema sanitario. Sobre estos y otros temas, The Tarariras Herald conversó mano a mano con la Bacteria Resistente.

¿Por qué se instaló en Uruguay?

Vinimos con mi familia en busca de un futuro mejor. Creo que es algo que cualquiera pretende. Trabajo, tranquilidad, educación y salud para mis hijos.

Se la acusa de varias muertes y hay quienes le pusieron precio a su cabeza.

Estoy acostumbrado a que se digan muchas barbaridades sobre mí y mi familia. Sinceramente, a esta altura de mi vida, con la trayectoria que tengo, todo eso me resbala. A mí me estudiaron en Princeton, en el Instituto Pasteur de París, tengo un doctorado honoris causa en la Universidad de San Pablo. Hay muchos médicos acá que buscan la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio.

¿Pensó en iniciar acciones legales?

No. Sé que me quieren usar como una bandera política, y eso me molesta. Pero llegué acá para trabajar honestamente, para aportar todo mi conocimiento en este gran país. A pesar del manoseo que se ha hecho de mi nombre en ciertos ámbitos, nos han recibido con los brazos abiertos. Estoy feliz de estar acá, pienso que por fin encontré mi lugar en el mundo y no voy a dejar que una campaña mediática infundada me distraiga de mis objetivos.

Ahora que es "resistente", ¿no hay nada que pueda detenerla?

Lo de "resistente" es un invento del periodismo. Después del desastre de las internas y con esta campaña electoral insípida necesitaban vender con algo, y se inventaron un villano: "la bacteria resistente". Me da mucha gracia ver los titulares. Pero sí es cierto que por impericia de los médicos y la torpeza de la gente que se automedica con antibióticos hoy me tiran con un Amoxidal y me río de janeiro, es una agüita. Resistiré. (Risas)

Lo han amenazado desde varios flancos. ¿Teme por su vida?

Más temo por la de mi familia. Pero sé lo que hacer para cuidarme y cuidarlos. Desde siempre las bacterias hemos vivido huyendo, amenazadas de muerte en cualquier lugar. Fuimos víctimas de un genocidio brutal a manos de ese carnicero que fue Fleming, una masacre histórica que ojalá algún día sea reconocida. La memoria de un pueblo no se borra así nomás. Aunque no tengamos museos, el holocausto que causó la penicilina todavía está muy presente entre nosotros. No guardamos rencor ni queremos venganza, pero tampoco nos vamos a quedar de brazos cruzados si vienen por nosotros.

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