The Tarariras Summer Herald 2007

Azucena Berruti festejó su cumpleaños en Balneario Fomento junto a su familia: "A los 78 me siento más sexy que nunca"

por Romina Fonticelli

Es más importante estar "libre" que estar "sano", dice Azucena Berruti (78) mientras agita con delicadeza un daiquiri de limón en el jardín de su chalet "El gabinete" en Playa Fomento. La noche del sábado 6 de enero festejó su cumpleaños junto a su familia y amigos, cenó langostinos en salsa cote d'ivoir y hasta se animó a bailar reggaeton. A pesar de que la celebración se extendió hasta altas horas de la madrugada, Azucena luce en su rostro una frescura envidiable. "Yo no siento frustración porque sé que hice lo más que pude. ¿Se les puede decir a los familiares de desaparecidos: “bueno, ahora ya está”? No, no se puede. Yo no puedo. Pero esta es la realidad", reflexiona en el inicio de una larga charla en la que habló de todo.

¿Ha logrado romper los estigmas entre militares y sociedad civil, como se lo había propuesto?
- Nunca lo imaginé, pero uno siempre está esperando un momento así. Llevo muchos años trabajando para estar cada vez más cerca de la gente, y lo que más busca un ministro es la oportunidad o el personaje que te conecte y haga que te aprueben. Esto es un paso adelante en la línea de mejorar las relaciones entre la sociedad civil y las Fuerzas Armadas. Aquella burbuja...

¿La burbuja ya no está más?
- No. Si no, no trabajaría de esto, no haría humor. Hay que divertirse con uno mismo y entrar en el código. Y eso es el estigma. Es un personaje, yo no soy así. Pero viene a raíz de los ataques que recibí en un comienzo. La mejor manera era buscar cómo se lo bancaría alguien que no fuera yo, para resguardarme de los embates.

¿Alguna vez se planteó el canto como alternativa en serio para su carrera?
- No podemos tomar esa información como seria. De repente una de esas personas sí tenía buena información, pero la quería vender. Nosotros no estamos comprando información y no hemos comprado ninguna información. En este momento no hay carriles abiertos para seguir eso. Pero bueno, está el Uruguay productivo, la reforma de la salud, la reforma tributaria, la ley de Defensa, la ley antitabaco, la reforma de la educación, la criogenia y la nanotecnología, las galletitas al agua y el paté de chorizo. Son temas que el país necesita y para los que no debería haber demora...

Y cuando se llega a la conclusión de que "no hay más carriles" para investigar, ¿cuál es su conclusión? ¿Acá se cierra la cuestión y hay que mirar para adelante?
- Más de lo que yo trabajé, no pude haber trabajado. Hice absolutamente lo más que pude. Estuvimos trabajando en un gran divertimento, casi un taller. Por ahora es sólo un piloto, está muy en proceso, pero no es un formato con precedentes. Es muy nuevo, una locura.

¿Era evitable el relevo del Teniente General Carlos Díaz?
- No. A mí me mortificó muchísimo. Pero si no lo hubiéramos hecho, nos iban a cuestionar por eso. Mi personaje es todo bondad, es una buenaza, con una transparencia que a veces hay que ocultar, pero que la hace emocionarse y vivir las cosas de esa manera.

¿Para usted qué fue lo que pasó? ¿Fue un acto de ingenuidad de Díaz? ¿Fue una jugada orquestada por alguien?
- Esa pregunta yo me la hago hasta el día de hoy. ¿Qué fue? Habría que empezar por saber quién promovió la reunión. También dicen que en el batallón se come muy bien, y que Julio (María Sanguinetti), además de un crítico de arte excepecional es un gran asador. Yo mataría por una molleja a punto con mucho limón en este momento. (Risas)

¿Cómo fue el festejo de su cumpleaños anoche?
- Fue muy temprano, porque como todas las personas de edad me levanto tempranito, estamos hablando de las cuatro y media o las cinco de la mañana, y escucho informativos de radio, donde se leen los diarios y semanarios.

¿Es una cárcel "nórdica" la nueva cárcel para los militares, ex militares y policías presos?
- Mire, cuando le entregamos en comodato el predio al Ministerio del Interior se dice en el inventario que las cuchetas son de IKEA y ahí empieza todo el rollo de la cárcel nórdica. Que sean presos no significa que tengan que dormir incómodos. Los retretes son los estándar de cualquier cárcel y la decoración minimalista. A unos amigos que me preguntaban, por ejemplo, les dije "¿pero qué quieren ustedes, que lleve ratas y se las ponga en la cárcel?"

¿Cree que se corta el hilo más fino cuando los presos son Oficiales? Muchos recriminan que Gregorio Álvarez esté libre.
AB - A mí no me alegra ver gente presa, porque es una situación de sufrimiento. Yo no puedo entender a quienes festejan que alguien vaya preso. Créame o no, pero es así.

¿Quiere seguir en el cargo? El año pasado usted dijo que estaba cansada.
AB - El año pasado tenía 77 años. Ahora tengo 78. Nunca pensé en la cirugía. Me siento más sexy que nunca. El año que viene no sé si usted vendrá a entrevistar a otro Ministro, o si seguiré yo.

[Suplemento Verano y playas]

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