El Generalísimo Francisco Franco habría reencarnado en un integrante de Locomía

Por Arantxa Abejón Robles
Corresponsal en Madrid

Un abultado dossier con documentos que probarían que Francisco Franco habría reencarnado en la década de 1990 en uno de los integrantes de Locomía acaparó la atención de las revistas del corazón y la prensa amarillista madrileña el pasado fin de semana.

En rueda de prensa celebrada en la capital española, Javier Font, creador del grupo Locomía en 1989, describió con lujo de detalles su descubrimiento: "Mientras intentaba reconstruir el grupo para lanzarlos a una nueva gira mundial por Soweto, Dufur y Fallujah, me fue imposible localizar a Carlos Armas, un integrante esencial del grupo; ahí fue cuando sospeché que algo terrible le había sucedido".

"Carlos siempre nos pareció demasiado fascista en muchas de sus actitudes", agregó Font sobre su ex compañero. Armas, mejor recordado como el Locomía de pelo negro largo y enrulado, fue encontrado en una reunión del movimiento de extrema derecha Falange afirmando a viva voz que "durante los noventa fui vehículo del Generalísimo, me infiltré en lo más corrupto de la noche española para intentar diseminar ahí mis ideas de un Estado autoritario y de corte fascista."

Actualmente Carlos "Locovox" Armas, se ha cortado el pelo y considera que el día más triste de su vida no fue cuando tuvo que dejar los abanicos y dedicarse finalmente a trabajar part time en una churrería de Madrid, si no cuando sintió que Francisco Franco abandonaba su cuerpo "fue la más dura de las soledades, sentí un hueco enorme en mi interior... fue terrible. Ahí me inspiré para componer Rumba Samba Franco, que por cuestiones de mercadeo grabamos como Rumba Samba Mambo".

Font no ha podido convencer a Armas de unirse a la nueva configuración del grupo ya que el talentoso entertainer considera que "yo no soy cantante ni símbolo para las masas, Franco sí y por eso, sin tenerlo a él habitando en mi cuerpo no soy nada, no sirvo para nada..."

En las próximas semanas, Falange promete agrupar a gurús y videntes para intentar localizar el nuevo receptor del alma del Generalísimo. Algunas hipótesis marcan a Camilo Sesto como posible nuevo contenedor del alma del dictador español.