jueves, 9 de setiembre de 2004

Sandri Perrone volvió a ganar el Grammy Latino a la Mejor Iluminación



Por Magdalena E. Rera
Enviada a Los Angeles

La uruguaya Sandri Perrone volvió a brillar en la entrega de los Grammy Latinos al obtener por cuarta vez un gramófono dorado en la competitiva categoría Mejor Iluminación. La Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación le entregó esta vez el premio por su trabajo en la gira centroamericana del músico puertorriqueño José Feliciano.

En el breve discurso que pronunció al recibir la estatuilla, la uruguaya dedicó el premio "a los conspiradores que pusieron en duda mi talento profesional y el reconocimiento público de mi trabajo", y "a los envidiosos de siempre que desde la prensa buscaron desacreditarme". "Pero acá estoy, con este premio en mis manos otra vez. Gracias José por tu confianza ciega en mi capacidad", concluyó Perrone.

Sandri, como es conocida cariñosamente en su círculo de amistades, obtuvo su primer Grammy en 1995 por el diseño lumínico de un espectáculo de Miguel Bosé en Wimbledon, Londres. El segundo galardón le llegó en 1996 y honró su trabajo en un show de Julio Iglesias en Buenos Aires. En 2000 llegaría la tercera distinción de la Academia, premiando su trabajo para Ricky Martin. Otros créditos de la técnica en luces, que trabaja para la empresa de iluminación y amplificación OnStage, incluyen la iluminación de importantes recitales de artistas latinos como Nietos del futuro, y hasta una secuencia del musical Evita, de Alan Parker. Perrone también se dedica a los estudios de egiptología, especialmente al área de los talismanes.

Finalizada la ceremonia, y tras posar para los reporteros gráficos junto a Alejandro Sanz (gran ganador de la noche con cinco premios), Perrone dijo estar "muy emocionada", y agradeció especialmente al diario El País de Montevideo y a Neber Araújo y todo el equipo de Agenda Confidencial por haber creído en su trabajo sin dejarse influenciar por los "envidiosos que tramaron un complot en mi contra". Perrone anunció también que lo primero que pensaba hacer al llegar a Montevideo era guardar el gramófono dorado en el cofrefort donde tiene bajo buen resguardo los otros tres, porque "hay más de uno que me los quiere robar". Al retirarse hacia la fiesta organizada por la disquera Arista, Sandri adelantó que ahora que ya tiene cuatro Grammys quiere ganar "un Oscar, o tal vez una medalla en los juegos de Beijing."

[Espectáculos]

1 comentario:

sigmur dijo...

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